Daniel Peces Folk - Folclore y tradiciones de España
Folclore en España

El Folclore en España

Orígenes

El Folclore en España, sus orígenes.

Hablar del folclore español, es intentar hablar de las formas anímicas, sentimentales, emocionales, físicas,
mentales, económicas, políticas, religiosas, etc. de la sociedad hispana. Imposible de entender en profundidad,
sin tener en cuenta la conformación de esta nación, al ser un conjunto de sociedades, culturas o pueblos,
cada uno de ellos con una entidad e identidad cultural propia que le define. Hecho que no impide, todo lo contrario,
la comunicación, intercambio y transmisión de todo tipo  de cosas, entre todas nuestras culturas.
Influencias externas estas que imprimen la historia, religión o la meteorología por poner algunos ejemplos, a
las diferentes manifestaciones del folclore español.

Por otro lado tendríamos que considerar muy a fondo las características climáticas, orográficas, hidrográficas, etc.
de cada comarca española, pues del mismo modo que las influencias y condicionantes externos, imprimen
su sello en nuestro patrimonio inmaterial; las internas no son menos importantes. Teniendo en cuenta
por un lado la riqueza histórica de España, y por otro la ingente variedad de climas, microclimas, valles, montañas,
ínsulas, etc. podemos hacernos una vaga ideas, de la riqueza de manifestaciones folclóricas  propias
y compartidas, como me gusta decir:

“Con una madre común, pero cada una de un padre diferente”

Por eso teniendo en cuenta estas realidades a veces antagónicas, si podríamos hacer tres divisiones o grandes zonas al hablar del folclore en España
con manifestaciones folclóricas similares o mejor dicho con una raíz común:

  • El norte: del Duero al Cantábrico. Abundan los movimientos muy airosos, con saltos verticales  gran profusión
    de giros, y elevación de piernas y brazos… reflejo de las montañas y valles de esta zona norte.
    En cuanto a los instrumentos, comparten diferentes tipos de gaitas (gallega, cántabra, asturiana, sanabresa…),
    así como diferentes tipos de dulzainas y flautas pastoriles, como el chistu, la darboka o la cornamusa.
    En esta zona se han conservado una gran riqueza y variedad de ritmos y bailes al son de panderetas y adufes.
    Dentro de esta amplia zona norte, podríamos subdividirla en otras tres subzonas más afines;
    1.  La Galaico-Astures, incluyendo gran parte de la provincia de León y Zamora.
    2.  Cantabria, País Vasco, la Rioja y norte de las provincias de Palencia, Burgos.
    3. Las de Navarra y Aragón.
  • La zona centro: del Duero al Guadiana. La zona sur del río Guadiana al estrecho y levante español.
    Esta amplia zona de duras montañas y extensas mesetas, se caracteriza por el gusto a los movimientos
    horizontales muy recatados, casi ceremoniales sobre todo en el género femenino. Esto se puede observar sobre todo
    en la pompa y boato de los trajes que nos han quedado en esta gran zona central. Algunos de ellos de los más antiguos
    y suntuosos del folclore de España. Sirvan de ejemplo los trajes de Vistas de la Alberca,
    el traje Charro salmantino. El de Viuda Rica de Toro, o los de Carvajales de Alba en Zamora.
    Los de Lagartera y Navalcan en la provincia de Toledo. El traje de Montehermoseña, o el de Torrejoncillo en Cáceres
    O el traje de Rabo de El Barraco en la provincia de Ávila,por poner algunos ejemplos más conocidos.

    Trajes que si no impiden, si limitan considerablemente los movimientos, por lo que
    las danzas, como los trajes, sirven más al ritual que a otra cosa, y como forma de defenderse
    del duro clima de las mesetas norte y sur.

    Del mismo modo esta amplia zona la podemos subdividir en otras tres zonas afines:

    1. La meseta cerealista tanto de León, como de Castilla.
    2. El Sistema Central.
    3. La meseta castellano manchega.
  • La zona del sur y el levante español. El folclore en España en toda esta amplia franja mediterránea, las manifestaciones folclóricas
    están directamente dictadas por la bondad de sus climas. Tanto las danzas, como la música y trajes,
    suelen ser más libianos, menos pesados, más libres, lo que permite a quienes los portan más libertad de movimiento.
    Si en el norte son más de carácter aguerrido, en el centro ceremonial; en el sur, si hay que poner un adjetivo
    a sus manifestaciones folclóricas, sería sin duda la de sensuales. Como por ejemplo en el baile de los diferentes fandangos,
    boleros, seguidillas; o su variante en las sevillanas y los verdiales. Diferencias y similitudes que se pueden observar a
    simple vista en el movimiento de los brazos en las danzas españolas. Muy elevados y sin apenas movimiento en el norte,
    casi mayestáticos. Más cómodos, a media altura y con un delicado mecido en las zonas del centro. Y totalmente libres en el sur y levante.

Podemos encontrar en el folclore de España más afinidades si lo dividimos en cuatro subzonas:

  • El sur andaluz.
  • El levante desde Murcia a la Comunidad valenciana.
  • Los Condados Catalanes.
  • Baleares (A estas tres zonas del norte, del centro y del sur, habría que añadir
  • las islas Canarias por un lado con sus propias y particulares manifestaciones folclóricas.  
  • Ceuta y Melilla)

Por lo tanto hablar del folclore de España, es hablar de toda esta ingente cantidad de pueblos
y comarcas.

Debido a la situación y carácter propio de los pueblos hispanos, muchas de nuestras manifestaciones folclóricas,
son importaciones o adaptaciones de otras culturas con las que nos hemos relacionado a lo largo del tiempo, sirvan como ejemplo las influencias
de los pueblos del atlántico, las de los pueblos orientales del Mediterráneo (como la sefardita) o las que nos
vinieron a través de los contactos con las múltiples colonias africanas, americanas o las asiáticas.

Lugares en los que aún se conservan retazos de un pasado que aquí en la península se perdieron hace tiempo.
Por eso a veces tengo la sensación que todo lo relacionado con el folclore español, a veces se nos presenta diseminado en islas remotas,
donde se han conservado retazos de costumbres y formas más generalizadas, perdidas en su lugar de origen, pero milagrosamente vivas
en algunos de aquellos lugares por los que anduvimos los españoles y viceversa.

Y para terminar, yo empecé a descubrir una parte de todo este tesoro cultural inmaterial, el folclore de España, partiendo de un punto muy preciso.
Mi pequeña ciudad, Arenas de San Pedro, al sur de la Sierra de Gredos, en el Valle del Tiétar.
Desde la que fui trazando una espiral, visitando y recogiendo todo tipo de información
de los pueblos vecinos, después de la provincia, a continuación en las provincias limítrofes. Luego en las comunidades autónomas, países.

Y aun sigo sin comprender muy bien por lo inabarcable del tema que nos ocupa, cómo es el folklore español.
Creo que no me cabrían todos los adjetivos que se me ocurren para definirlo…. belleza, genio, alegría, empatía, vigor, sensualidad, alma…

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